¿QUÉ OS HEMOS HECHO?

Actualmente, con las últimas masacres que se han producido en EE.UU, y que se han cobrado la vida de decenas de personas, una buena parte de la opinión pública ha dirigido su dedo acusador hacia el mundo del videojuego. Alegan que los juegos en los que se ofrecen imágenes de violencia explícita incitan a cometer asesinatos, homicidios, masacres… Ante esto, nosotros, los principales acusados, respondemos lo siguiente: “¿La posibilidad de comprar un fusil de asalto y un par de pistolas en la armería a la vuelta de la esquina no puede inducir a la violencia?¿Dar licencias de armas a personas sin pasar un examen psicotécnico o, simplemente, tener la mayoría de edad no son medidas “poco” eficaces para regular la venta de instrumentos capaces de arrebatar vidas? En mi opinión, habría que tener una cierta perspectiva y analizar objetivamente el problema.



Numerosos estudios científicos han demostrado que jugar a videojuegos causa tensión nerviosa y estrés. Pero ese nerviosismo nos lo ocasiona igualmente una película de acción o un atasco de 2 horas y media. También se ha demostrado que una sesión prolongada de juego provoca cansancio ocular. ¿Pero que la mayoría de los adolescentes se pasen horas y horas chateando en redes sociales a través del móvil o del ordenador, o viendo la televisión, no ocasionan efectos perjudiciales sobre nuestra salud visual? Finalmente, hay gente que señala que provoca adicción ¿No la provoca también el estar hablando continuamente por el móvil, por ejemplo? Por otro lado, también hay estudios científicos que aseguran que ciertos juegos agilizan nuestra mente y capacidades cognitivas tales como la memoria, o mejoran nuestros reflejos. En conclusión, si nos atenemos a la salud, el mundo del videojuego reporta beneficios en cuanto seamos responsables, y maduros y equilibrados mentalmente. Esto es importante, porque actualmente la consideración de la persona que pertenece a este mundillo es regular tirando a mala. Que los adultos se presenten poco receptivos es normal, pues este universo es completamente ajeno a ellos. Pero que las actuales generaciones nos consideren “frikis” es bastante incomprensible. Siempre hay excepciones, pero la mayoría de las personas que juegan a videojuegos son sujetos normales, que tienen una vida fuera del mundo virtual, a diferencia de muchos adolescentes, que viven encerrados en plataformas sociales como Tuenti o Twitter. Yo me pongo como ejemplo de persona que practica deporte, estudia, sale con los amigos, y además juega, una actividad completamente complementaria.



Para concluir esta opinión, quiero elogiar un poco al mundo de los videojuegos. Primero, ¿por qué estos nos resultan tan atractivos? Yo creo que es porque son capaces de sacar toda la adrenalina que llevamos dentro. Soy el primero que detesta las guerras  y las trágicas consecuencias que conllevan. Pero me gusta jugar a títulos bélicos no por la idea de matar, sino porque la espectacularidad gráfica y el sonido de las balas, las explosiones y los aviones y tanques te introducen en un mundo apasionante en el que tu eres el protagonista, a diferencia de las películas o la literatura. Los videojuegos consiguen encarnar nuestras aspiraciones mas fantásticas e improbables de ocurrir, desde saltar de edificio en edificio, sobrevivir en una selva a los animales, al hambre y a las condiciones atmosféricas o conducir una maravilla de la ingeniería automovilística. No pido que el videojuego sea considerado como un arte, ni como lo mejor de este mundo, pero espero que paulatinamente este mundillo consiga ganarse la confianza y el afecto de todo el mundo.




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